sábado, 7 de julio de 2007

Apuntes sobre el futuro

Por Juan Terranova
La pregunta ya no es –como alguna vez planteó Ricardo Piglia, en respiración artificial– quién de nosotros escribirá el Facundo. Por otra parte, una pregunta argentina y válida, desde el momento en que nadie en Italia pregunta quién de nosotros escribirá la Divina Comedia. La pregunta hoy es quién llevará a cabo la actualización doctrinaria del peronismo, quién va a poner, por lo menos de palabra, la bestia al día. Porque mientras esto no suceda, seguimos derivando, más o menos bien si cierran los números, con revueltas y tiros si no cierran. Porque el síntoma es claro: la sociedad en todo caso va hacia una polarización. Mejor dicho vuelve a una polarización. En el monótono, muy peligroso y ridículo menemismo todo era más o menos la misma historia. Fair is foul, foul is fair. Pero con Kirchner es diferente. Asomaron los gorilas viejos, otros se reciclaron, y también se criaron o se van criando los nuevos, mientras las torres del peronismo se llenan de disfrazados. Y eso se va a ir modificando en el sentido de que se va a ir acentuando. Simplemente porque la política argentina es así. Si se acorta la brecha del desempleo, desafío lo suficientemente complejo como para tenernos bien ocupados por veinte años, vamos a volver a tener una sociedad polarizada alrededor de los mitos del peronismo. Y ahí te quiero ver, porque blanco sobre negro van a reaparecer aquellos que están con los trabajadores y aquellos que no lo están por motivos tan disímiles como la elegancia, el capital, la tradición o leer a Marx.

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